El mariposario más bello del mundo
El departamento del Quindío, localizado en los Andes centrales de Colombia, es una zona de alta diversidad biológica debido a que sus suelos están formados de cenizas volcánicas, tiene una precipitación superior a los 2.200 mm, sus bosques se remontan al período terciario, está localizado en la zona intertropical del planeta y la presencia humana luego del genocidio de los indígenas por los europeos, empezó apenas hace 150 años, aproximadamente. Esto generó una alta especiación de flora, fauna, bacterias, hongos y microorganismos.
Este conjunto de circunstancias hace que el Quindío sea un lugar excepcional para la contemplación de la naturaleza y esa fue la razón de construir un mariposario, para destacar la estrecha relación entre las plantas y estos maravillosos insectos. La idea de construir el Jardín de Mariposas del Quindío se la expresó el fundador del Jardín Alberto Gómez Mejía en 1991 en Londres a la famosa conservacionista inglesa Miriam Rothschild y ella le dio las primeras indicaciones para su realización exitosa.
Luego el entomólogo Richard Hesterberg brindó generosamente toda la asesoría científica y técnica para el proyecto y sugirió construirlo con forma de mariposa, para lo cual el fundador del Jardín escogió una muy bella, de color azul transparente que habita los bosques húmedos del Quindío, especialmente en los climas templados, llamada Cristalina quindiana y cuyo nombre científico es Pseudohaetera hypaesia. La cubierta de la edificación reprodujo la forma y la venación de las alas de este hermoso insecto. La extinta compañía de aviación ACES, gracias a la gestión de Diego Arango, hizo la donación parcial de los pasajes aéreos para que el Profesor Hesterberg pudiera viajar desde la Florida, Estados Unidos, a fin de darnos su valiosa asesoría. Luis Fernando Gaviria Velásquez hizo los diseños estructurales y realizó la edificación y el puente lo construyó Jairo Velásquez Echeverri.
La obra se realizó con recursos del Programa Ambiental –Banco Interamericano de Desarrollo, BID– del Ministerio de Ambiente y se concluyó en 2000. Tiene 680 m2 y alberga de manera permanente aproximadamente 1.500 mariposas de más de 40 especies nativas diferentes, todas ellas producidas en el zoocriadero que funciona en otro lugar del Jardín. Vuelan ellas en medio de un jardín de flores nectaríferas, que funciona todo el año, con una fuente de agua, artísticamente construida. Se ha estimado que el jardín tiene naturalmente cerca de 183 especies de mariposas, lo que representa el 1,5% de todo el planeta. Es un porcentaje asombroso que confirma la enorme diversidad biológica del sitio.
Con nuestras mariposas y con la experiencia aprendida en muchos años de práctica, hemos instalado mariposarios temporales en Bogotá y otras ciudades del país. Y operamos un mariposario móvil que llevamos a eventos especiales y a colegios y escuelas, como una manera de participar la comunidad en las actividades que realizamos.
La entomóloga Blanca Huertas, Ph D, quien se ha desempeñado como curadora de mariposas del Museo de Historia Natural de Londres, expresó la siguiente opinión: «Durante mi viaje a Colombia tuve la oportunidad, y más, el placer de visitar el mariposario. Es un lugar hermoso, y el jardín botánico en general hicieron lo mejor de nuestro viaje. Lo felicito por todo el empeño puesto en este proyecto, que se ve, ha sido llevado con mucha dedicación y conocimiento. He visitado una gran porción de los mariposarios de todo el mundo, y este, está a la altura de los mejores del mundo».